Las universidades que integran EL BONGÓ physics en Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela, Guatemala, Honduras y El Salvador ya cuentan con los primeros equipos de medición electrónica con los que se empezará a construir la red de laboratorios para la fabricación digital de instrumentos -FabLab-, desde la que se pretende una formación en la región, en física avanzada, con un modelo colaborativo e interconectado.

Como se sabe, EL BONGÓ physics aspira contar con estrategias de aprendizaje en entornos digitales, con datos abiertos y laboratorios virtuales. Los FabLab, concebidos mundialmente para la fabricación de objetos a pequeña escala, desde un ambiente digitalizado, contribuirán a impulsar el propósito de capacitación en red con nuevos enfoques para la producción del conocimiento científico.
El proyecto se ha propuesto establecer una red homogénea de instrumentos científicos en Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela, Guatemala, Honduras y El Salvador, con el fin de potenciar la autonomía en América Latina en este terreno. Tanto la infraestructura de instrumentación como los datos derivados se conciben desde una plataforma colaborativa y abierta.
Para Dennis Cazar Ramírez, representante de la Universidad San Francisco de Quito (Ecuador) estos espacios logran la convergencia de conocimientos de electrónica, física y programación para diseñar y fabricar circuitos, sensores y equipos de medición. Así mismo, mencionó que el acceso a esta red de equipos acelera los procesos y mejora los resultados, pues “permite formar a los estudiantes en la experimentación práctica, desde la fase de diseño hasta la puesta en marcha de prototipos, garantizando un aprendizaje integral y aplicado». El FabLab de la Universidad de San Francisco de Quito será uno de los primeros puntos de laboratorio a ser activados para diseñar experiencias de aprendizaje en las cuatro áreas del conocimiento que convoca a EL BONGÓ physics.
Christian Sarmiento Cano, representante de la Universidad Autónoma de Bucaramanga (Colombia) y responsable de la instrumentación del proyecto, señaló que los FabLab “permiten que estudiantes y profesores resuelvan problemas complejos fabricando componentes en el mismo laboratorio, lo que evita demoras y costos asociados a la producción externa”. Explicó, además, que “contar con FabLab en el proyecto, permite optimizar el tiempo, pues las piezas se tienen más rápido. Además, permite prototipar, equivocarse y volver a diseñar sin perder un mes en el proceso”.
Entre los instrumentos, se espera contar con impresoras 3D, cortadoras láser, máquinas CNC, soldadoras automáticas y elementos para la fabricación de detectores de partículas y sensores ambientales, que podrán ser usados en investigaciones de astropartículas y astrofísica.
Actualmente el proyecto realiza los trámites de compra y traslado de equipos, para que los FabLab pasen a formar parte de los bienes en cada universidad integrante de esta iniciativa latinoamericana. Se aspira pronto contar con una red de laboratorios para comenzar las actividades académicas en 2026.
Por: Karol Guarín – Estudiante de Comunicación Social UNAB